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Los trabajos de conservación en el aljibe de la Picola, encargados como una segunda fase de intervención por el Museo del Mar, han dado excelentes resultados.

El trabajo se ha realizado por un equipo multidisciplinar especializado en arqueología y restauración. En concreto, Teresa María González Ortíz, licenciada en Bellas Artes y especializada en restauración de obras de arte y antigüedades de la empresa Alebus, ha codirigido los trabajos y se ha encargado específicamente de la consolidación del grafitti existente.

Se han procedido a consolidar todas las estructuras dañadas, a cerrar todas las aberturas impropias del aljibe para evitar daños y actos de vandalismo y a restaurar las piezas de madera, en concreto, la puerta original. Francisco Andrés Molina Mas, licenciado en Historia y arqueólogo de Alebus, codirector de la intervención, nos confirma el magnífico estado de conservación del pavimento romano de la cisterna, la cual, apenas posee apenas unos centímetros de depósitos. En el interior han aparecido también restos arqueológicos que se podrían identificar como partes de fustes de columnas reutilizados o abandonados.

Además, el Museo del Mar, ha incorporado al vallado perimetral dos paneles informativos con impactantes imágenes del valor arqueológico de la zona y códigos QR que complementan la información aportada para los visitantes más curiosos.
Tras el verano iniciará una tercera fase de actuaciones, pues se está tramitando el permiso ante la Dirección Territorial de Cultura para realizar catas arqueológicas en el perímetro vallado en torno al aljibe. La campaña de excavación será fruto de la constante colaboración en materia de investigación arqueológica entre el Museo del Mar y la Universidad de Alicante.