Durante la campaña de excavación arqueológica 2019-2020 que realizó el Museo del Mar y la Universidad de Alicante, en el yacimiento arqueológico Portus Illicitanus se halló un conjunto arquitectónico singular, aún en fase de estudio.
El muro perimetral, realizado en aparejo regular de sillería y que presenta un buen estado de conservación, ha sido ya consolidado. No así algunas estructuras del interior de este espacio que, por la naturaleza de los materiales (adobes, bloques de arenisca y revestimientos de mortero de cal) y su exposición al aire libre y sin protección, sufre un avanzado estado de deterioro y son especialmente vulnerables a la acción conjunta de agentes erosivos biológicos (colonización vegetal y por insectos) y climáticos (variaciones de temperatura y humedad, viento, lluvia y sol). Los daños desde el momento de la exhumación son visibles en varias zonas, con desprendimientos de parte del revestimiento que cubre los muros de tapial, pérdida de adhesión entre revestimiento y soporte y pulverización de las fábricas de tierra y los bloques de arenisca.
Por este motivo, el Museo del Mar ha procedido a la contratación de un especialista en restauración, arqueólogo y titulado en conservación de bienes culturales, Gustavo Olmedo López, para la realización de una consolidación puntual que asciende a un coste total de 2.700 euros y que se ejecutará a lo largo de un mes, tan pronto las condiciones climáticas sean adecuadas.
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